
Han pasado 42 años desde el día en el que cuatro muchachos de Liverpool: John, Paul, George y Ringo, también llamados The Beatles, consiguieron editar lo que cualquier músico de cualquier época, lugar e idioma siempre hubiese deseado realizar, una placa que definitivamente lo tiene todo, desde un rocanrol que impulsa a moverse a quien lo escucha como Back in the USSR, hasta una mezcla de sonidos a nuestro entender sólo explicables para Lennon como Revolution 9, pasando por un clásico Blackbird o una exquisita While my Guitar Gently Geeps, nos referimos a la décima placa de Los Beatles, el Álbum Blanco.
Después de la elevada magnitud creadora y psicodélica de 'Revolver', 'Sgt. Pepper 's' y 'Magical Mistery Tour', sin olvidar el anterior y memorable 'Rubber Soul' la carrera de The Beatles se desarrolla en la excéntrica, bien diversa y muy variable calidad de 'The Beatles', más conocido como el 'Álbum Blanco', publicado el 22 de noviembre de 1968 ( hace 42 años). The Beatles hicieron el disco en un estado mental distinto del que tenían durante su impresionante cima del período 1966-67: un sentimiento de que algo había acabado y de que ninguna revelación de nada sustancial para sustituirlo había surgido. Esencialmente, la banda había comenzado a desintegrarse en el albor del regreso de su principal período con las drogas. Ya no se trataba de un esfuerzo de grupo, sino una asociación de buenos colegas cooperando.
A pesar de esto, el Álbum Blanco ('White Álbum') se afana en ser un trabajo de gran calado e influencia. Y esto sucede a pesar de los recelos de George Martin, que produjo la mayor parte del Álbum Blanco y pensaba que habría sido mejor haberlo dejado en un álbum sencillo en vez de incluir más o menos todo lo que el grupo grabó entre el 30 de mayo y el 13 de octubre de 1968. Una versión en álbum sencillo no hubiera dado cabida a lo mejor que tenían que ofrecer en 1968.
La mayoría de los temas habían sido compuestos en la India, que fue lo único aprovechable que hicieron durante la meditación trascendental con el Maharishi. El álbum doble tiene algo especial que no estaría allí de haberse simplificado: una personalidad propia derivada de la auténtica variedad de su material, el aire misceláneo de un universo particular.
De haberse llamado "A Doll's House", Richard Hamilton no habría sido capaz de llevar para adelante el tan moderno minimalismo de una lona completamente blanca, realzada sólo por el número de serie de una supuesta edición limitada en relieve en la esquina.
En vez de eso, ellos (y nosotros) se quedan pasmados ante lo que es, sin género de dudas, la mayor osadía de un artista de reputación en los anales del diseño de las portadas de los discos de 33 rpm, superando la mítica portada del 'Sgt. Pepper's' hecha por Peter Blake. ¿Escuchó Hamilton el disco antes de llegar a esta solución? Parece improbable porque sus movimientos de tono, de perezoso atardecer hasta oníricas tinieblas, sus asociaciones con una privada intimidad y puertas cerradas son muy tangibles. 'El Álbum Blanco' es cualquier cosa menos minimalista y su elegante portada vacía y nombre resultante son esencialmente irrelevantes respecto a su naturaleza.
El doble álbum representa por sí mismo una buena cantidad de duro trabajo llevado a cabo durante un considerable periodo de tiempo, llevándose su mayor parte a un efecto superlativo.
El primer tema, 'Back in the USSR', motiva en especial por su ritmo suicida, su diseño de incidente preparado, ingeniosa letra y chirriantes efectos de ruido de motor. 'Dear Prudence' es la primera de una serie de delicadas canciones tocadas con la técnica del finger-picking, compuesta en Rishikesh bajo la influencia de Donovan, quien enseñó a los Beatles varias técnicas de arpegio.
El primer título sugerido por el grupo fue 'A Doll's House' ('Casa de Muñecas'), supuestamente basado en la obra de Ibsen. Una lástima, porque el concepto de una casa de muñecas, con su motivo de objetos recopilados dentro de distintas habitaciones, era un buen paradigma para el doble álbum, en especial por su asociación con la infancia y los juegos fantásticos. "Cry Baby Cry" reservada hasta casi el final, antes de la sinfonía fantástica de Revolution 9, resume la nota predominante del "Álbum Blanco": encantador a medias, siniestro a medias, teñido con oscuros recuerdos de la infancia y principalmente introspectivo.
"Blackbird" y "Julia" son otras grandes canciones en este estilo, mientras que la misma técnica aparece en 'Happiness is a Warm Gun', la impactante y oscura canción que echa el telón a la primera cara. Aquí se puede oír a Lennon volviéndose más adulto en sentimiento, a la vez que pasa problemas con la letra para mantener el nivel consigo mismo (o quizás para mantener la original inspiración del tema, su primer verso, ella no es una chica que eche mucho de menos).
Otras pistas de gran calidad incluyen 'I'm So Tired', 'Mother Nature's Son', 'Revolution 1', y la susurrante reconciliación de Harrison con Dios, "Long, Long, Long". La mayor parte del material para el "Álbum Blanco" fue escrito en Rishikesh en una atmósfera de improvisación musical en comuna. La mejor de algunas compuestas en clave de broma es el rockero 'Birthday' de McCartney (que no proviene de Rishikesh y fue rápidamente improvisada en el estudio) Entre las menos sorpotables se encuentran "Wild Honey Pie", "The Continuing Story of Bungalow" y "Rocky Raccoon". El 'Yer Blues' de Lennon es un tipo de broma más seria, que se siente más profundamente en la medida en que se trata de un giro conceptual.
"Why Don't We Do It in the Road?", que para el tiempo en el que fue hecha fue extraordinaria, genuinamente perturbadora. Actualmente la gente realmente suele 'hacerlo en la carretera', pero cantar sobre eso por entonces era demasiado. Esa canción fue realmente muy avanzada. Era de McCartney, como "I Will" que tiene una letra muy buena: "Si nunca te vi / nunca me haré con tu nombre / pero en realidad nunca importó / siempre sentiré lo mismo". Las palabras son tan ambiguas que el oyente no sabe si McCartney se está dirigiendo a una chica o a Dios en la canción.
George Harrison sobresale con su clásico "While My Guitar Gently Weeps", que revela una visión del mundo y una introspección difícil de creer en un joven de 25 años, que era la edad de George en ese momento.
Su '"Savoy Truffle" es una efectiva delicatessen, mientras que "Piggies" es una pieza que critica a la clase media británica, la única canción del "Álbum Blanco" que Charles Manson no malinterpretó por completo. El "Sexy Sadie" de Lennon, burla del Maharishi, justifica su presencia por su sigiloso esquema harmónico, mientras que su "Good Night" con una orquestación al estilo de una banda sonora de los años dorados de Hollywood y lejos estilísticamente de cualquier cosa que jamás hiciera, funciona bien como tema final que canta Ringo Starr.
Las dos pistas más controvertidas en el "Álbum Blanco" son el 'Helter Skelter' de McCartney, considerado por unos una atronadora obra maestra y que otros escuchan como desesperante ruido, y la larga excursión dentro de la aleatoria anarquía de título 'Revolution 9' de Lennon (quizás una secuela del no publicado 'Carnival of light' de su colega McCartney) . Aparte de tratarse de la pieza de genuino arte de vanguardia de más amplia distribución en la historia, 'Revolution 9' es, sin género de dudas, el corazón del Álbum Blanco, concentrando plásticamente dentro de ella todos sus impulsos oníricos, rompedores, secretos y curiosos. Tan sólo The Beatles podían haber llegado al extremo de hacer de 'Revolution 9' el clímax de su doble álbum de 95 minutos.
Rara vez ha ido nadie tan lejos en el negocio del pop-rock como en 'Revolution 9', que es la más elevada cima de los Beatles como experimentadores.
El 'Álbum Blanco', sorprendentemente, tiene una gran unidad, otorgada en gran medida por la secuenciación de las canciones, un esfuerzo de compilación que requirió un esfuerzo sin precedentes para ser completado. Más que eso, la grabación es total, goza de la capacidad de incluirlo todo, susceptible de establecer una atmósfera y un espacio en el que la mente del oyente es capaz de navegar con la música. Por todas estas razones permanece entre lo más original del trabajo de The Beatles, que es como decir de la historia de la segunda mitad del siglo XX.
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