De mis desvelos y sueños:
"RECUERDOS”
Sonámbulo y hambriento de quimeras, que
Mientras el manto negro cubre el cielo
Voy admirando la naciente luz de sus estrellas
Mientras mueren las horas, son en la obscuridad mi consuelo.
Y cuando el ángel de la noche llega
Repartiendo parpados caídos
Desvelado para entonces
De mis pensamientos estoy prendido.
Y aquel ángel me ofrece con rocíos
Blancas ilusiones como la nieve
Y excelsos deseos de oro y topacio
Que al final quedaran en mi olvido
Devorados por el fin
Perdidos en el sombrío espacio.
Mientras, ignoro la luz de su poesía
Rechazando los ensueños de oro
Despreciando el perfume de su morfina
Esquivando la apetecible somnolencia
Cual narcótico que llevaría al gozo.
Y yo en mi desvelo,
En la vigilia que atormenta mis deseos
Resistiéndome a todo aquel encanto
Que en mi mesa aquel ángel ha preparado
Manjares de gloria e ideales ha puesto
Para que solo yo deguste de ellos.
Es muy tarde, pasa el tiempo corrido
Estoy a la mitad de la noche
Empiezo a perder todo dominio
No respondo a mi mente, todo es confuso
Empieza mi suplicio
Ya he perdido mi voluntad en lo absoluto.
¡Ya no soporto más!
Rogando al ángel me dirijo
Dame del vino que está en tu mesa
Sacia la sed que mi desvelo ha provocado
No dejes que mi aliento perezca
Quiero de aquel misterioso encanto.
Casi al final no pude resistirme a tal ofrenda
De aquella efímera ilusión dada sin algún precio
Con el derecho de tomar todo lo de mi gusto
Saciándome de aquella delirante mesa
Provocándome aquel pan un sueño profundo.
Y es entonces que el tiempo careció de tiempo
El tiempo sin tiempo es el mismo sueño
Extenso e infinito mundo me es revelado
Y un canto adormeciente con el aire se ha mezclado
¿Es la bella voz de mi musa que he escuchado?
Y sentí transportarme a un bello paraje
Celestial visión a mis ojos complacían
Ya aletargado en aquel paraíso de ángeles
De pronto una hechizante luz inundaba el recinto de armonías.
Entonces vi bajar un largo velo del cielo
Tan leve como el vapor de las nubes del firmamento
Va cubriendo una bella silueta, guardada con celo
Grandes rizos brillantes caían al suelo
Como hilos de oro en cual cascada de cabellos.
Estaba desconcertado en el suelo
Ante aquella fantasía de mis recuerdos
Al fin podre verla con ojos inmortales
Y mientras la ansiedad implacable
Tortura a mi alma con empeño
Ella dejaba caer de tan bella faz
Su velo.
Y dejo pasar un inmenso iluminar
El más hermoso rostro pude contemplar
Es aquella musa envidia de ángeles del cielo
Magnifica entre las más bellas flores
Y entre las más frescas brisas de amores
Solemne diosa de mirada de ensueños.
Y pude ver sus ojos
Dos perlas de oro que doblegaron a mí ser
Su mirada dulce como la miel de un amanecer
Son estos ojos los que tocaron mi corazón
Colmándome de extraña ilusión.
Y todo a su alrededor rebosaba de vida
Rocíos de rosas empalagaban mis sentidos
Desatando una magnifica armonía
Y la convertí en mi musa, en mi mundo, ella era mía.
Y todo era luz, perfumes y alegría
Y todo era éxtasis en una ilusión bendita
Y me miraron con amor sus dulces ojos
Obligando a besar sus labios rojos.
De repente aquel firmamento de faz infinita
Lentamente su luz desvanecía en la obscuridad fría
De mis pensamientos mas ondos.
Los cual mi ser oculta, los cuales aparentemente olvido
Son aquellos sueños mancillados en el lodo.
Y la luz de aquella doncella agonizaba en vagas sombrías
Y ella con desprecio, mirando a mi ceguera decía:
Tan solo fui alegría sin ventura
Tan solo fui voluble cortesana
Que rendido ante mi hipnotizado andabas
Y a tu mente fría mientras ignorabas.
Entre tanto, un clamor lastimero a mi alma consumía
Tu pasión ensoñaba falsas fantasías
Ilusiones e ilusorias esperanzas
Y tu ciego las seguiste
Estando claudicando de nostalgias
Y en tu sueño te embriagabas
Y con mi recuerdo solo dilatabas
Y sentí morir estando ya muerto de ella
Y volvía a mí la pena, como tormenta embravecida
Y ella dijo: Tan solo fui un momento de gloria extinta
Adiós me dijo y la perdí de vista.
Y volví a encontrarme solo
Y mi voz quedo en medio de una fría soledad
¿Fue su recuerdo fruto de mis insomnios?
Tan solo fue un recuerdo necio que olvide olvidar
Y que silenciosamente traspasaba letanías con encono
Logrando que a mis sueños se pudiera infiltrar.
Y aquel infante ángel de la noche
Ante mi presencia de nuevo sonreía
Y rugiente a mí ser respondía:
Sabrás nuevamente amar a un tiempo
Habrá más momentos para reír y soñar
Pon distancia infinita a muertos recuerdos
Y vive el tiempo por que efímera es la vida
Y la vida fue creada para amar.
Y vive las horas, combatiendo tus quimeras
Superando junto al tiempo lo que causaba tu dolor
Y si pierdes el rastro de tus sueños
Búscalos en las noches con estrellas
Ya que el hombre sin ideales no existe
Así como muerto esta aquel quien ignora al amor.
Luis Miguel V.H.