lunes, 20 de septiembre de 2010

Recuerdos

De mis desvelos y sueños:


"RECUERDOS”

Sonámbulo y hambriento de quimeras, que

Mientras el manto negro cubre el cielo


Voy admirando la naciente luz de sus estrellas

Mientras mueren las horas, son en la obscuridad mi consuelo.


Y cuando el ángel de la noche llega


Repartiendo parpados caídos

Desvelado para entonces

De mis pensamientos estoy prendido.


Y aquel ángel me ofrece con rocíos

Blancas ilusiones como la nieve

Y excelsos deseos de oro y topacio

Que al final quedaran en mi olvido

Devorados por el fin

Perdidos en el sombrío espacio.


Mientras, ignoro la luz de su poesía

Rechazando los ensueños de oro

Despreciando el perfume de su morfina

Esquivando la apetecible somnolencia

Cual narcótico que llevaría al gozo.


Y yo en mi desvelo,

En la vigilia que atormenta mis deseos

Resistiéndome a todo aquel encanto

Que en mi mesa aquel ángel ha preparado

Manjares de gloria e ideales ha puesto

Para que solo yo deguste de ellos.


Es muy tarde, pasa el tiempo corrido

Estoy a la mitad de la noche

Empiezo a perder todo dominio

No respondo a mi mente, todo es confuso

Empieza mi suplicio

Ya he perdido mi voluntad en lo absoluto.


¡Ya no soporto más!

Rogando al ángel me dirijo

Dame del vino que está en tu mesa

Sacia la sed que mi desvelo ha provocado

No dejes que mi aliento perezca

Quiero de aquel misterioso encanto.


Casi al final no pude resistirme a tal ofrenda

De aquella efímera ilusión dada sin algún precio

Con el derecho de tomar todo lo de mi gusto

Saciándome de aquella delirante mesa

Provocándome aquel pan un sueño profundo.


Y es entonces que el tiempo careció de tiempo

El tiempo sin tiempo es el mismo sueño

Extenso e infinito mundo me es revelado

Y un canto adormeciente con el aire se ha mezclado

¿Es la bella voz de mi musa que he escuchado?


Y sentí transportarme a un bello paraje

Celestial visión a mis ojos complacían

Ya aletargado en aquel paraíso de ángeles

De pronto una hechizante luz inundaba el recinto de armonías.


Entonces vi bajar un largo velo del cielo

Tan leve como el vapor de las nubes del firmamento

Va cubriendo una bella silueta, guardada con celo

Grandes rizos brillantes caían al suelo

Como hilos de oro en cual cascada de cabellos.


Estaba desconcertado en el suelo

Ante aquella fantasía de mis recuerdos

Al fin podre verla con ojos inmortales

Y mientras la ansiedad implacable

Tortura a mi alma con empeño

Ella dejaba caer de tan bella faz

Su velo.


Y dejo pasar un inmenso iluminar

El más hermoso rostro pude contemplar

Es aquella musa envidia de ángeles del cielo

Magnifica entre las más bellas flores

Y entre las más frescas brisas de amores

Solemne diosa de mirada de ensueños.


Y pude ver sus ojos

Dos perlas de oro que doblegaron a mí ser

Su mirada dulce como la miel de un amanecer

Son estos ojos los que tocaron mi corazón

Colmándome de extraña ilusión.


Y todo a su alrededor rebosaba de vida

Rocíos de rosas empalagaban mis sentidos

Desatando una magnifica armonía

Y la convertí en mi musa, en mi mundo, ella era mía.


Y todo era luz, perfumes y alegría

Y todo era éxtasis en una ilusión bendita

Y me miraron con amor sus dulces ojos

Obligando a besar sus labios rojos.


De repente aquel firmamento de faz infinita

Lentamente su luz desvanecía en la obscuridad fría

De mis pensamientos mas ondos.

Los cual mi ser oculta, los cuales aparentemente olvido

Son aquellos sueños mancillados en el lodo.


Y la luz de aquella doncella agonizaba en vagas sombrías

Y ella con desprecio, mirando a mi ceguera decía:

Tan solo fui alegría sin ventura

Tan solo fui voluble cortesana

Que rendido ante mi hipnotizado andabas

Y a tu mente fría mientras ignorabas.

Entre tanto, un clamor lastimero a mi alma consumía


Tu pasión ensoñaba falsas fantasías

Ilusiones e ilusorias esperanzas

Y tu ciego las seguiste

Estando claudicando de nostalgias

Y en tu sueño te embriagabas

Y con mi recuerdo solo dilatabas


Y sentí morir estando ya muerto de ella

Y volvía a mí la pena, como tormenta embravecida

Y ella dijo: Tan solo fui un momento de gloria extinta

Adiós me dijo y la perdí de vista.


Y volví a encontrarme solo

Y mi voz quedo en medio de una fría soledad

¿Fue su recuerdo fruto de mis insomnios?

Tan solo fue un recuerdo necio que olvide olvidar

Y que silenciosamente traspasaba letanías con encono

Logrando que a mis sueños se pudiera infiltrar.


Y aquel infante ángel de la noche

Ante mi presencia de nuevo sonreía

Y rugiente a mí ser respondía:

Sabrás nuevamente amar a un tiempo

Habrá más momentos para reír y soñar

Pon distancia infinita a muertos recuerdos

Y vive el tiempo por que efímera es la vida

Y la vida fue creada para amar.


Y vive las horas, combatiendo tus quimeras

Superando junto al tiempo lo que causaba tu dolor

Y si pierdes el rastro de tus sueños

Búscalos en las noches con estrellas

Ya que el hombre sin ideales no existe

Así como muerto esta aquel quien ignora al amor.


Luis Miguel V.H.